Romper la barrera de la solemnidad nos ubica en estado de protesta. De este modo, así como las leyes, la ciudad también es performativa
(Butler & Athanasiou, 2002).
Somos un grupo indisciplinario de coleccionistas de movimientos corporales que vamos encontrando en los contextos de resistencia y protesta.
Entendemos el cuerpo no tan solo desde su discursividad sino también como “un campo de resistencia, ésto es el cuerpo y sus poderes; el poder de actuar, de transformarse a sí mismo y al mundo y el cuerpo como límite natural a la explotación” (Federici, 2016).
Tomando la revuelta que estalló el 2019 en Chile como punto desde donde mirar el horizonte, este primer volumen comienza por recoger tres acciones corporales (performances) de resistencia que son parte de los repertorios, que mantienen, y a la vez transforman, las coreografías de sentido (Taylor, 2017) otorgando autonomía a los cuerpos.
El salto al torniquete en estampida, la acción de picar piedras y la desmonumentalización, subvierten el flujo de cuerpos y objetos, son acciones que escapan del modo posible de movimiento en la ciudad neoliberal, poniendo en jaque la movilidad y la producción económica y espacial.Cuerpos que evaden, que destruyen/crean y trans-forman, fisuran lo solidificado, permitiendo un
nuevo flujo.
ACCIO
NES
DESTI
TUYEN
TES
Monumento Pedro de Valdivia en Plaza de Armas de Santiago 2019. Foto: Francisca Fernandez
Carne y piedra nos dice Richard Sennet cuando vemos a la ciudad a través de la experiencia corporal de las personas. Pero queremos ir un paso más allá, puesto que no se trata tan sólo de a dónde o qué mirar. Aquí, lo central es ver cómo la carne hace a la piedra, la resignifica, ¿trasviste?, fragmenta, pica y tritura.
Esto no es solo una cuestión de mecánica, comprendiendo que los cuerpos transfieren memorias, identidades e información (Taylor, 2017).
En los cuerpos de la protesta se borra la distinción entre pensamiento y acción, entre discurso y práctica. Entonces entendemos, que no hay transformación política sin “poner el cuerpo”.
Busto de Pedro de Valdivia. Valdivia 2019.
Foto:(desconocidx)
EL ARTE NO ES LA PRIMERA LÍNEA
Performance de Kevin Magne
Noviembre 2019
Monumento General Baquedano. 8M, Santiago 2020.
Foto:(desconocidx)
Cabeza de Pedro de Valdivia en mano de Caupolicán. Temuco 2019 Fotos: Paulo Quintana
SALTA
R
Fotos: Lorna Remmele
PICAR PIEDRAS
¡Voh Dale!, jerga coloquial callejera para enunciar una acción de avanzada en el que se sobrepasan las normas hegemónicas. Un impulso de acción como un empoderamiento, el poder de hacer, el poder destituyente.
DES
MONU
MENTALIZAR
(((GIF estudiantes reja del metro)))
Una actividad que para el siglo XIX estaba comandada para cuerpos subalternos, cuerpos del trabajo, lxs canterxs que extraían la piedra en los cerros próximos a Santiago y la vendían a bajo costo a los estamentos públicos que usaron la piedra como símbolo de progreso, el adoquín en las calles a costa del trabajo forzado de personas privadas de libertad.
Es que en esos cuerpos hay memorias de revueltas, de protestas, de resistencia y también de muerte. Emerge el proyecto histórico popular urbano, se hace carne en el gesto de picar la piedra, es que el populacho no le ha temido nunca a la ruina, “una ruina plástica heterotópica, un atributo para la creación de otros espacios” (Márquez, 2020).
Lxs picadorxs de piedra en la revuelta componen imágenes yuxtapuestas ante todo lo otro que fue la piedra y es el asfalto para los agentes de la modernización. Agentes que en base a la opresión de quienes estaban en los márgenes sociales lograron su cometido civilizador y productivo. Hoy son esos, márgenes, el de lxs oprimidxs, pero no vencidxs, parafraseando a Silvia Rivera Cusicanqui, son quienes ponen el cuerpo para la subversión del orden (Rivera Cusicanqui, 1984).
la piedra, los monumentos,
Taylor, D. (2017). El Archivo y el repertorio. La memoria cultural performática en las Américas. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado. pp. 18, 17, 18.
"Evadir, no pagar, otra forma de luchar" Chile, octubre 2019
"Por uma vida sem catracas"
MOVIMENTO PASSE LIVRE
Brasil, junio 2013
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“Se edificaron repúblicas
plazas con héroes solitarios
como faroles de control…”
David Añiñir, 2020
(en estampida)
Usamos piedra como metonimia, para decir asfalto, torniquete y monumento. Todo aquello sólido que disciplina en su sentido funcional o estético y que la ciudad de octubre del 2019 nos vino a recordar que no es inamovible.
>> Este abigarrado fanzine, es un acto destituyente de la escritura de lógica lineal. Aún así...
¿Prefieres un texto? Descarga aquí nuestros contenidos escriturales y más reflexiones <<
Rojo, P. (2018). ¿De qué hablamos cuando hablamos de danzar sobre un plano percepción destituyente?. 1st ed. Madrid: Antonio Jiménez Morato. p.7
"La fijación en el espacio y tiempo ha sido una de las técnicas más elementales y persistentes que el capitalismo ha usado para adueñarse del cuerpo. Vean los ataques a través de la historia a los vagabundos, migrantes, caminantes. La movilidad es una amenaza cuando no es por buscar trabajo ya que hace circular conocimientos, experiencias, luchas."
¿Cuáles son esos mecanismos para impedir la libertad de movimiento? ¿Y además de las instituciones, arquitecturas, objetos? ¿No lo es acaso también la mercantilización del libre desplazamiento como ocurre con el transporte público?
La multitud en estampida moviliza una corporalidad performativa destituyente ante las normativas económicas del neoliberalismo para instalar desde la acción del salto una colectivización de la evasión, una fractura en el flujo económico y una revitalización de la autonomía corporal en la ciudad.
- Aparece lo destituyente como categoría desde donde mirar los cambios de direcciones, espacio y flujos performáticos, donde lo coreográfico mismo es puesto en crisis.
>> PRONTO... también estarán disponibles aquí, en formato de audio, los contenidos y descripción de nuestro fanzine <<
Butler, J. & Athanasiou. (2017). Desposesión: Lo performativo en lo político. Argentina: Eterna Cadencia Editora. p. 127
Monumento Sebastian de Belalcazar derribada en Colombia. Foto: Diario digital 20 min.
Una mujer trabajando fuera de la mina de Cerro Rico, en Potosí, Bolivia.
Foto: Ander Izagirre.
La Chola Globalizada. Performance de Mujeres Creando en monumento de Isabel la Católica en La Paz, Bolivia, 2020. Foto: (desconocido)
Este es un ejercicio curatorial cuya ruta de desarrollo se ha llevado a cabo espontáneamente cual deriva rizomática:
“Para un rizoma del performance habrá que trazar conexiones entre textos, públicos, actores , tiras de conductas, acciones, representaciones estéticas [...] entre agentes y cánones de evaluación [...] líneas de segmentación no permanentes,[donde] la repetición imperfecta asegura que cualquier intento de establecer, detener, desterritorializar o deconstruir también corre el riesgo de ser conquistado performativamente”. (Johnson, 2015:)
Perfilamos esta plataforma como un fanzine digital que pone en valor estos actos-cuerpos bajo esa lógica de la performance descrita, la cual posee estas características: es heterogénea, múltiple e imposible de fijar en una rotura definitiva. Esto en algún punto puede parecer desconectado, sin embargo permite que cada cabo suelto de este “manglar de nudos y conexiones”(Johnson, 2015) pueda encontrarse con una nueva hebra cada vez, por tensión, contraste o resignificación.
Por eso, antes de hacer de esto un texto lineal, fuimos buscando explorar en un escritura performativa, donde texto, imagen fija y en movimiento, no tuvieran una jerarquía de una sobre la otra, sino una suerte de polifonía de voces y visualizaciones, cuyo eje estuviera comandado bajo la mirada del otro, quién navega en esta página, reconociendo también las diferentes dimensiones espaciales en donde se dieron las acciones aquí presentadas, lo de abajo, lo del medio, lo de arriba y cómo ellas se mixturan performativamente.